Publicar entradas de calidad con regularidad es útil para mantener vivo un blog, pero no es lo único que hay que hacer para que el «lugar» sea agradable y atractivo. Integrar imágenes también ayuda a optimizar el blog. Pero no se puede hacer así como así. Por eso es útil saber cómo utilizar las imágenes para embellecer tu blog. Entonces, ¿cómo hacerlo?
El buen uso de las imágenes en un blog
Utilizar tus propias fotos no te causará ningún problema. En cambio, si tienes que utilizar imágenes encontradas en Internet, debes tener cuidado con una cosa: ¿tienes que pagar derechos de autor? Los creadores de esas imágenes pueden cobrarte por utilizar su trabajo. Como norma general, debes mencionar al menos al autor de la imagen.
Ten en cuenta que, aunque utilices imágenes creadas por Inteligencia Artificial, existen derechos de autor. Estos pueden estar vinculados al creador del programa utilizado o al patrocinador (es decir, usted). No olvide preguntar antes de utilizar las imágenes en cuestión.
También puedes utilizar imágenes gratuitas que se encuentran en muchos sitios en línea. Pero aunque estén marcadas como gratuitas, recuerda siempre comprobar las condiciones de uso.
Integración óptima de las imágenes
Aunque una imagen siempre es bienvenida para ilustrar un punto o para divertir, sin duda ya te habrás dado cuenta cuando navegas por la red de que cuando hay demasiadas imágenes en la página de un blog, éste pierde su atractivo. Es importante que la proporción texto/imagen sea razonable y lógica. Por lo general, es un 60% de texto y un 40% de imágenes (la misma proporción que para las campañas de correo electrónico o los boletines informativos).
Una vez determinadas las imágenes que se van a utilizar, no hay que colocarlas en cualquier sitio. Hay que ser lógico. No coloque cualquier cosa en cualquier sitio. En términos sencillos, una imagen debe ilustrar con precisión un párrafo (en cuyo caso debe colocarse justo antes o después del mismo). Si te has enamorado de una imagen que no tiene nada que ver con el texto, ¡es mejor que la olvides!
Las imágenes también ayudan a estructurar el texto. Ofrecen un momento de descanso en la lectura, lo cual es vital, sobre todo si propones textos largos.
El tamaño de la imagen también es importante. Con demasiada frecuencia seguimos viendo imágenes demasiado grandes que ralentizan la lectura del blog. Generalmente utilizamos como base una imagen de 600 píxeles. Este tamaño es suficiente para ilustrar lo que se está diciendo, sin desvirtuarlo. Además, las imágenes con esta característica son más ligeras, por lo que las páginas de tu blog se descargan más rápidamente.
También es esencial etiquetar correctamente estas imágenes. Esto facilitará que tus artículos aparezcan en las SERPs (páginas de resultados de los motores de búsqueda). Tendrás que renombrar la imagen correctamente, acordarte de etiquetarla adecuadamente y describirla, sin olvidar incluir las palabras clave apropiadas. Un buen etiquetado optimiza el rastreo.
¿Qué tipo de imagen?
Es obvio, pero tus imágenes deben ir en consonancia con tu texto. Si pones la foto de un gatito en un blog de viajes, no tiene sentido. Aparte de esta base lógica, tienes donde elegir. Puedes recurrir a imágenes abstractas o a fotos de rostros humanos. A este respecto, puede ser útil saber que este tipo de imagen (rostro o persona entera) sitúa al lector en un universo familiar y más simpático, en definitiva más humano. El cerebro también buscará primero una figura humana en una imagen.
También es buena idea establecer una forma de leer las imágenes y utilizar ciertos puntos utilizados por los historiadores del arte para analizar una obra. Así, visualiza la imagen según su sentido de lectura (primero lo que es más visible), la perspectiva elegida por el autor o el punto de fuga (el punto que llamará la atención). Esto te ayudará a crear imágenes fáciles de leer.
Puedes utilizar tus propias fotos (tus «recuerdos de vacaciones», por ejemplo), hacer capturas de pantalla o utilizar bancos de imágenes. Las capturas de pantalla son muy útiles para demostrar que lo que dices se valida en otros sitios. Son perfectas para blogs que presentan tutoriales, artículos de noticias, etc. Si vas a presentar un sitio, no dudes en capturar su página de inicio e incorporarla a lo que estás diciendo. En cuanto a las imágenes encontradas en bancos de imágenes, debes comprobar que están libres de derechos y cuáles son las condiciones de uso para evitar hacer cualquier cosa. Por último, también puedes utilizar publicaciones encontradas en las redes sociales. Utilizando la función «incrustar», esto puede hacerse rápidamente.
Puede parecer lógico, pero las imágenes propuestas deben ser de una calidad impecable. Una imagen borrosa o pixelada da una impresión equivocada. Además, muchos internautas utilizan la imagen de Google para hacer sus búsquedas, y si tus fotos son de mala calidad, no se utilizarán. Así que perderás visitas.
Una imagen puede crear sensaciones y emociones. Aprovéchala para integrar al lector en tu texto. Mostrar la imagen de un magnífico pastel, por ejemplo, atraerá a los lectores golosos. En cambio, mostrar una imagen de una tarta totalmente chapucera dará mala espina. Así que es importante elegir con cuidado.